Fuente: Word energy Trade
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El proveedor alemán de automóviles Bosch anunció su entrada en la producción en serie de celdas de combustible para camiones y automóviles. Para ayudar a lograr esto, la compañía ha establecido una cooperación con el fabricante sueco PowerCell Sweden para un mayor desarrollo y producción de pilas.
El acuerdo estipula que ambos socios desarrollarán pilas de celdas de combustible basadas en la celda de combustible de electrolito polímero (PEM) hasta la madurez de producción. Bosch fabricará la tecnología bajo licencia para el mercado automotriz mundial. El lanzamiento al mercado está programado para “2022 a más tardar”. Al combinar de manera flexible dos o más pilas, el dúo pretende cubrir una cartera que va desde automóviles de pasajeros hasta camiones pesados.
Bosch ve beneficios potenciales en el área de miles de millones de euros en el negocio de tecnología de celdas de combustible móviles a largo plazo. Para 2030, el Grupo estima que hasta el 20 por ciento de todos los vehículos eléctricos en todo el mundo serán impulsados por celdas de combustible, sobre todo en el mercado de vehículos comerciales, que en muchos lugares pronto se verán obligados a cambiar debido a los límites vinculantes de CO2, tales como como los que se están promulgando en Alemania.
«Bosch está ingresando al mercado de celdas de combustible móviles y allanando el camino para el avance de esta tecnología en camiones y automóviles», dijo Bosch en un comunicado. Sin embargo, esto requerirá una reducción gradual en el costo de los sistemas de celdas de combustible. Según Bosch, el componente más caro es la pila, que representa hasta dos tercios de los costos totales. “La tecnología de comercialización es uno de nuestros puntos fuertes. Ahora vamos a asumir esta tarea con determinación y desarrollar este mercado «, dice el Dr. Stefan Hartung, director asociado de Bosch y presidente de la división de Soluciones de Movilidad, de manera optimista. La expectativa aquí también es que los costos del combustible de hidrógeno disminuirán junto con la comercialización de la tecnología, ya que actualmente a menudo cuesta más de 5 euros por kg.
Las compañías cuentan con una base tecnológica sólida para la cooperación: PowerCell, que tiene su sede en Gotemburgo y se separó del Grupo Volvo en 2008, cuenta actualmente con más de 60 empleados y produce pilas de hasta 125 kW con niveles crecientes de automatización. Según Bosch. La compañía ya suministra celdas de combustible para uso de prototipos en camiones y automóviles.
Por su parte, Bosch también ofrece una cartera completa de componentes de celdas de combustible, como compresores de aire con electrónica de potencia o unidades de control con sensores. «En el dominio de las celdas de combustible, Bosch ya tiene una mano fuerte, y la alianza con Powercell lo hace aún más fuerte», dice Hartung.
El CEO de PowerCell, Per Wassén, agrega: “Con el peso combinado de su influencia y experiencia, Bosch proporcionará nuestra tecnología de celda de combustible con la oportunidad de afianzarse en el mercado automotriz. No podríamos imaginarnos un mejor socio que Bosch para esto «. La compañía sueca ha estado involucrada hasta ahora en proyectos de hidrógeno marítimo , entre otras cosas, pero a finales de 2017 también fueron designados como proveedor principal de la empresa Nikola Motor «. s vehículos de pre-serie, por ejemplo.