Fuente: El Comercio
Noticia completa: https://www.elcomercio.com/actualidad/irrespeto-ciclistas-conductores-quito-accidentes.html
Una escena. Lunes 29 de octubre a las 19:15 en la avenida Colón: una ciclista increpa al conductor de una camioneta por parquearse en la ciclovía del carril occidente-oriente. “Esto es ciclovía, señor. No es para que se estacione”, le reclama. La joven discute un momento y retoma su ruta. Otra escena. A las 09:20 del 31 de octubre, en un lapso de cinco minutos, seis ciclistas circulan por el tramo de la avenida Amazonas, entre la Colón y Luis Cordero. De ellos, cuatro no llevan casco. Además, uno no usa la ciclovía sino que va por el lado oeste de la calle mientras habla por celular. Acciones como estas son cotidianas en las calles de la capital. Tanto conductores como ciclistas están expuestos a accidentes. No acatar normas básicas de seguridad vial aumenta los riesgos, dice Julio Puga, director de la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT). Por normativa, el peatón y ciclista están en la punta de la pirámide de la movilidad. Así lo establece la Ordenanza que prioriza la caminata y el ciclismo como medios de transporte sostenible en Quito. Para esa definición se toma en cuenta la vulnerabilidad de cada actor en la vía. ¿Qué reflejan las estadísticas sobre accidentes? Según la AMT, entre enero y octubre del 2017 hubo 87 siniestros que afectaron a ciclistas. Hubo cuatro fallecidos. En el mismo período de este año se registraron 75, con el saldo de dos fallecidos. Juan Carlos Avilés, activista de la bicicleta, señala que el principal problema en las calles es que, pese a que hay normativa, aún no se asimila lo vulnerables que son los peatones y ciclistas al movilizarse. “Esto solo se logrará con trabajos de capacitación y concientización a conductores”. El irrespeto de lado y lado genera inseguridad en las calles. Avilés hace una autocrítica. No cree que el problema es solo de los conductores sino la forma de desplazarse de varios ciclistas urbanos. Por ejemplo, sostiene que debe haber un debate serio sobre el respeto al semáforo en rojo. También plantea el uso del casco para quienes utilizan, sobre todo, las bicicletas eléctricas. En la capital se realiza un paseo dominical que atraviesa de norte a sur la urbe, hay el servicio de bicicleta pública BiciQ y se cuenta con 82 kilómetros de ciclorrutas. Esos son los avances más visibles en la promoción de la bicicleta. Roberto Custode, experto en movilidad, señala que el hecho de que tanto el ciclopaseo como la BiciQ se mantengan, es una avance en la promoción de este medio de transporte. Sin embargo, ve como un problema que la bicicleta pública no haya evolucionado. El especialista señala que no se han dado pasos hacia la automatización del sistema. Es decir, migrar hacia un sistema que pase de lo manual a automático. También mira como un problema que no exista un cambio en las bicicletas que prestan el servicio. El último dato sobre la cantidad de viajes que se realizan en bicicleta en la ciudad salió de la encuesta de movilidad para el Metro. Patricia Mena, directora de Modos de Transporte Sostenibles, señala que allí se determina que el 0,3% de los viajes en Quito son en bicicleta. Esa cifra, aunque desactualizada (la encuesta se presentó en el 2012), demostraría una conclusión a la que llega Custode: el grueso de la población mira a la bicicleta solamente desde su uso recreativo. Otro elemento que demuestra el estancamiento de la apuesta por la bicicleta es la habilitación de ciclovías. Si bien, como señala Custode, hay varias establecidas en la ciudad, no son utilizadas de forma masiva. Él cita como ejemplo la última habilitada en la extensión de la Simón Bolívar entre Carapungo y la Manuel Córdova Galarza. “Tuve varias objeciones sobre esa ciclorruta hasta el punto que se observa a ciclistas que no la usan, que van por la acera”. Sobre la extensión de las ciclovías y el proceso de automatización de la bici, Mena explica que esos procesos ya no se darán durante este año. En lo que se refiere a la ampliación de las ciclovías, se espera contar con el presupuesto. El éxito de la bicicleta como modo e transporte está en la multimodalidad del transporte público. Este es otro elemento que no demuestra avance, a juicio de Custode. Él toma como ejemplo la ubicación de las estaciones de la BiciQ. La multimodalidad implica la posibilidad de utilizar varios tipos de transporte para completar un viaje. “Antes había una estación de BiciQ en La Y. La estación del Trole se movió a El Labrador y ahora no hay nada. A lo largo del recorrido no se observa ninguna conexión para el uso de la bicicleta pública”.
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