Fuente: América Economía
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“Tenemos un objetivo de neutralidad en las emisiones de carbono para 2050 y necesitamos una hoja de ruta creíble, que incluye la prohibición de la venta de vehículos propulsados por combustibles fósiles para 2040”, dijo la ministra de Transportes, Elizabeth Borne. 11 de Junio de 2019, 15:29
La nueva ley de movilidad del Gobierno francés mantendrá la prohibición sobre los vehículos propulsados por combustibles fósiles para el año 2040, dijo el martes la ministra de Transportes, Elizabeth Borne.
El ex ministro de Medio Ambiente, Nicolas Hulot, dijo en julio de 2017, al comienzo del mandato del presidente Emmanuel Macron, que Francia se proponía acabar con la venta de vehículos de gasolina y diésel en el año 2040, en un intento de convertirse en un país neutro en emisiones contaminantes para el año 2050.
Hulot dimitió en septiembre de 2018 en protesta por la falta de compromiso de Macron con el medio ambiente y desde entonces el Gobierno rara vez ha mencionado la prohibición, en parte debido a las protestas de los “chalecos amarillos” contra los impuestos sobre el CO2 en los combustibles y el alto coste de vida.
Borne, segunda del sucesor de Hulot, François de Rugy, confirmó en una entrevista con la televisión BFM que cumplirían el objetivo fijado por Hulot.
La reforma quiere favorecer las alternativas al uso del automóvil para los particulares, mejorar las redes ferroviarias y crear un marco legal para nuevas propuestas de movilidad como las bicicletas compartidas, las motos eléctricas y el coche compartido.
“Tenemos un objetivo de neutralidad en las emisiones de carbono para 2050 y necesitamos una hoja de ruta creíble, que incluye la prohibición de la venta de vehículos propulsados por combustibles fósiles para 2040”, dijo.
Añadió que Francia, con una gran industria de fabricación de automóviles liderada por PSA y Renault, ayudaría a sus fabricantes de automóviles a realizar el cambio a electricidad, hidrógeno y posiblemente, biogás.
“Desde el inicio del mandato de Emmanuel Macron, nuestro objetivo es el programa climático que Nicolas Hulot anunció en el verano de 2017. Ahora vamos a convertir este objetivo en ley”, dijo Borne.
La ley de movilidad también facilitará el emplazamiento de los puntos de recarga de vehículos eléctricos (VE), en particular otorgando a los residentes de los edificios de apartamentos el derecho a solicitar la instalación de puntos VE en sus aparcamientos.
Se espera que la ley, que se está debatiendo actualmente en el Parlamento, se apruebe después del verano y actualice así una ley de transporte de 1982.
La reforma quiere favorecer las alternativas al uso del automóvil para los particulares, mejorar las redes ferroviarias y crear un marco legal para nuevas propuestas de movilidad como las bicicletas compartidas, las motos eléctricas y el coche compartido.
También ofrecerá a las empresas la opción de conceder a los empleados una bonificación de 400 euros exenta de impuestos para acudir al trabajar en bicicleta o en coche compartido. Borne dijo que las empresas estarían obligadas a discutir esta bonificación en las negociaciones con los sindicatos, pero que la ayuda no sería obligatoria para todas las empresas.